Para la Fundación para el Software Libre (FSF) este concepto se aplica a cualquier software que no es libre o que sólo lo es parcialmente (semilibre), sea porque su uso, redistribución o modificación está prohibida, o requiere permiso expreso del titular del software.
En el software no libre una persona física o jurídica (compañía, corporación, fundación, etc.) posee los derechos de autor sobre un software negando o no otorgando, al mismo tiempo, los derechos de usar el programa con cualquier propósito; de estudiar cómo funciona el programa y adaptarlo a las propias necesidades (donde el acceso al código fuente es una condición previa); de distribuir copias; o de mejorar el programa y hacer públicas las mejoras (para esto el acceso al código fuente es un requisito previo).
De esta manera, un software sigue siendo no libre aún si el código fuente es hecho público, cuando se mantiene la reserva de derechos sobre el uso, modificación o distribución (por ejemplo, la versión comercial de SSH o el programa de licencias shared source de Microsoft).
§ Historia
Es documentalmente demostrable que en los años 60 los laboratorios Bell proporcionaron el código fuente de su sistema operativo UNIX, y tiempo después al imponerse los intereses económicos sobre la solidaridad para sacar partido de las creaciones de código es que comenzó a existir lo que hemos señalado como software no libre o privativo, hay que hacer notar que al inicio de la era de la informática diversas agrupaciones científicas estaban dispuestas a ceder su código a terceros sin un pago por el mismo, tampoco había una política que lo reglamentara, era un beneficio común conocer los desarrollos de otros en busca de la estandarización. La práctica totalidad del software privativo se debe a una época en que no había restricciones para el código.
Pasado el tiempo es en 1972 cuando el gobierno de los Estados Unidos obliga a distinguir a IBM entre software y hardware que hasta entonces no se distiguían claramente dando lugar a los primeros intentos de cerrar el código de los programas convirtiéndo las creaciones de código en algo privativo. Aun en esa época, los que nos dedicabamos a la programación encontrabamos en revistas como Creative Computing y Byte hojas y hojas llenas de código libre y por ello compartido para reproducir en nuestras máquinas personales, quien vivió esa época no puede negar de ningún modo que las limitaciones para compartir vinieron después.
Las alianzas de diversas empresas con el objetivo de poner en común sus propias creaciones de código buscaban aprovecharse de la información compartida en beneficio propio excluyendo a terceros del conocimiento de sus programaciones o limitando la posibilidad de compartirlo. Así la estandarización derivó en monopolios que hasta 1983 lograron que no existieran más que sistemas operativos no libres, privativos para poder hacer funcionar los equipos de informática.
§ Software propietario
La expresión software propietario proviene del término en inglés "proprietary software". En la lengua anglosajona, "proprietary" significa «poseído o controlado privadamente» («privately owned and controlled»), que destaca la manutención de la reserva de derechos sobre el uso, modificación o redistribución del software.
Inicialmente utilizado, pero con el inconveniente que la acepción proviene de una traducción literal del inglés, no correspondiendo su uso como adjetivo en el español, de manera que puede ser considerado como un barbarismo. Sin embargo, todavía es el término preferido por cerca del 73% de los sitios en Internet.
Asimismo, la expresión "software propietario" podría ser interpretada como "software sujeto a propiedad" (derechos o titularidad) y su opuesto, el software libre, está sujeto al derecho de autor.
La expresión software privativo comenzó a ser utilizada por Richard Stallman, desde el año 2003, en sus conferencias sobre software libre, pues sería más adecuada que "software propietario" para definir en español al software que no es libre ("proprietary software" en inglés).
Se realizó este cambio idiomático, básicamente por las siguientes razones:
El término "privativo" significa que causa privación o restricción de derechos o libertades, justamente lo que se pretende describir con él (privación a los usuarios de sus libertades en relación al software).
Ø Objeciones al término "privativo"
Asimismo, este término sería aplicable, en sentido figurado, al software cuyo coste es realmente alto, no pudiendo ser soportado por un particular, caso muy común en el software diseñado para realizar labores muy específicas, con independencia a si éste es libre o no.
§ Software no libre
La expresión software no libre o software no-libre (en inglés "non-free software"), actualmente se utiliza en 5,5% de los sitios Internet encontrados.
Asimismo, es frecuentemente utilizado para referirse al software que no cumple con las Directrices de software libre de Debian (las cuales siguen la misma idea básica de libertad en el software, propugnada por la FSF) y sobre las cuales está basada la definición de Código abierto de la Open Source Initiative
§ Software privado
Su utilización es poco difundida, cerca del 1% de los sitios Internet utilizan este término.
Además, al igual que con el término "software privativo", el contrario "literal" de "software privado", es decir, el "software público" se asocia generalmente con software de dominio público.
La expresión software con propietario pretende corregir el defecto de la expresión "software propietario", y sería más cercana al término más utilizado ("propietario"), el cual se podría considerar una abreviación de éste.
Su uso sin embargo está muy poco difundido (0,1%).
Se argumenta contra del término "con propietario" justamente su similitud con "proprietary" en inglés, que sólo haría referencia a un aspecto del software que no es libre, manteniendo una de las principales críticas a éste (de "software sujeto a derechos" o "propiedad"). Adicionalmente, si "propietario" refiere al titular de los derechos de autor (y está claro que no puede referir al usuario, en tanto éste es simplemente un cesionario), no resuelve la contradicción: todo el software libre tiene también titulares de derechos de autor.
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